Oremos juntos pidiendo la guía del Espíritu de Amor.
-Recordemos lo compartido respecto a la ficha anterior. ¿qué sacamos en limpio respecto a lo que entendemos por UNA_SANTA_CATÓLICA Y APOSTÓLICA?
-¿Es ésta la Iglesia en la que creo? ¿qué objeciones tengo? ¿qué cambiaría? ¿qué me gusta de ella? Finalmente ¿porqué estoy en ella?
En Credo confesamos “Creo en Dios Padre…; Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor…; Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica…”. No es superficial el hecho de que la Iglesia esté seguidamente después del Espíritu pues es ella es obra del mismo.
[Recordemos ¿Cómo o cuándo nace la Iglesia?]
-Lo que hizo y constituyó como Iglesia a los que “estaban reunidos en el mismo lugar” el día de Pentecostés, es que “todos quedaron llenos del Espíritu Santo” (cfr. Hch 2,4). Ese día se manifestó al mundo la Iglesia.
-Leamos Hch 15,28. Los apóstoles dicen en un pasaje “el Espíritu Santo y nosotros”, una realidad con dos caras: una visible, la comunidad de los apóstoles y discípulos, y otra invisible, la acción del Espíritu Santo.
-Así como el Espíritu habitó y actuó de forma plena en Jesús. Ahora, enviado por Él, reside y actúa en la Iglesia, como ámbito de su presencia permanente. La Iglesia es, en primer lugar, templo del Espíritu, lugar en el que él otorga el perdón de los pecados y comunica la vida eterna, como confesamos también en el Credo. Pero, a su vez, la Iglesia es instrumento del Espíritu, porque todo lo que la Iglesia vive (fe), anuncia (Evangelio), celebra (sacramentos) y testimonia (misión), es siempre gracias al Espíritu Santo.
Ella es la continuadora de la misión reconciliadora que, por designio del Padre, Jesús obra con la fuerza del Espíritu Santo.
-La Iglesia es una ¿porqué decimos ésto? porque DIOS ES UNO, y es el Espíritu Santo quien nos congrega en la unidad. Recordemos el pasaje Ef 4, 1-6. “Hay un solo Cuerpo y un solo Espíritu”; “un solo Señor, una sola fe, un solo Bautismo”. La imagen del Cuerpo en relación con la unidad de la Iglesia tiene la capacidad de expresar cómo la gran riqueza de la diversidad de los miembros del Cuerpo no anula su unidad, pues “hay diversidad de carismas, pero el Espíritu es el mismo; diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo; diversidad de operaciones, pero es el mismo Dios que obra en todos” (1Cor 12,4-6).
[¿cuáles son los vínculos de unidad?]
-Hch 2, 42-46; 4, 32-33. ¿qué compartían básicamente la comunidad? El primer vínculo de unidad en el Pueblo de Dios es la profesión de una misma fe recibida de la enseñanza de los Apóstoles.
-La fe es central en la vida de la Iglesia. Es principio de unión interna entre los nosotros “creyentes”: todos los cristianos creemos lo mismo, por la fe nos sabemos unidos en nuestro origen y destino, partícipes de la vida divina en Cristo, llamados a ser hijos en el Hijo. Con la fe COMIENZA Y SE DESAROLLA la comunidad.
-Pero la fe es también principio de unidad externa. La fe se transmite, se celebra y se anuncia en la Iglesia. Jesús confió a sus Apóstoles y discípulos ser testigos y maestros, y éstos eligieron sucesores para que hasta el fin de los tiempos garantizan la transmisión fiel de la verdad revelada (cfr. Mt 28, 19; Hch 2, 42; 4, 33).
-Lc 22,31-32. Detengámonos un momento y releamos. Jesús quiso cimentar nuestra fe en la de fe de Pedro. Recordemos el pasaje de la confesión de Pedro cuando Jesús le cambia el nombre por “cefas” (cfr. 16, 15-19). Esta fe es el fundamento de la Iglesia.
-La dimensión externa de la Iglesia si bien crea una institución se diferencia de cualquiera por su origen, proveniencia y participación, por la misión que ha recibido y por la plenitud de gracia de la que es portadora (SACRAMENTO).
-El segundo vínculo de unidad que encontramos en la cita de los Hechos es la comunión y la fracción del pan. Unidos en una misma fe, la celebramos creando lazos de comunión que se expresan en un mismo culto. El culto se realiza plenamente en los sacramentos. La celebración Eucarística es la realización plena de la unidad de Dios con el hombre y de los hombres entre sí.
-El tercer vínculo de unidad es la unidad en la caridad y es el Espíritu Santo quien la suscita y anima entre nosotros; y el fruto es la unidad entre los miembros del Cuerpo: “si sufre un miembro, todos los demás sufren con él. Si un miembro es honrado, todos los demás toman parte en su gozo” (1Co 12, 26). Recordemos que fue Jesús quien nos dio su único mandamiento, que nos amemos unos a los otros como él nos ama. Expresamente dice: “En esto conocerán todos que son mis discípulos” (cfr. Jn 13, 35).
CATÓLICA, ¿qué decimos aquí? Generalmente entendemos esta propiedad de la Iglesia como su manifestación histórica o geográfica. Como su carácter externo, lo que está bien. Pero, además es una propiedad intrínseca, forma parte de su ser y misión ¿cómo?
-Ante todo Católica significa “universal” en el sentido de “totalidad”, “integridad” por eso:
-es católica porque Cristo está presente en ella y le confiere la plenitud de los medios de salvación (cfr. CIC 830)
-es católica porque ha sido enviada por Cristo a la toda la humanidad a cumplir su misión.
Por ello, cada una de las Iglesias particulares es católica, porque en ellas está presente Jesucristo, quien constituye a la única Iglesia santa, católica y apostólica.
APOSTÓLICA porque está fundada en los apóstoles pero debemos entenderla en 3 sentidos:
-Porque está edificada en el cimiento de los apóstoles, testigos escogidos y enviados por el mismos Señor
-porque guarda y transmite con la asistencia del Espíritu Santo la enseñanza de los Apóstoles;
-porque la Iglesia sigue siendo enseñada, santificada y dirigida por los Apóstoles en la persona de aquellos que los suceden en su ministerio hasta la segunda venida del Señor Jesús: El Colegio Episcopal unido al Papa).
La Iglesia es “apostólica” mientras permanezca unida a Pedro y los apóstoles en comunión de fe y de origen.
TODA LA IGLESIA ES APOSTÓLICA EN CUANTO ENVIADA AL MUNDO ENTERO, por ello todos lo miembros de la Iglesia tienen parte en este envío, cada uno según su lugar en ella, pero siempre unidos en Cristo. Recordemos que el apostolado es una tarea profundamente eclesial.
TODOS somos llamados, “convocados”, cuando nos hicieron “discípulos”, a participar en la misión de anunciar a Cristo.
Reflexionemos ¿Cuál es nuestro apostolado?¿ cómo lo llevamos a cabo?
Qué nos dicen estas frases:
“La salvación de la persona y de la sociedad humana y cristiana está estrechamente ligada a la prosperidad de la comunidad conyugal y familiar” (GS 48,1).
(…) las familias creyentes tienen tienen una importancia primordial en cuanto faros de una fe viva e irradiadora. Por eso el Concilio Vaticano II llama a las familias con una antigua expresión “Ecclesia doméstica”.
(…) los padres han de ser para sus hijos los primeros anunciadores de la fe con su palabra y con su ejemplo (…) la familia es la primera escuela de vida cristiana (CIC 1656-7).
R Como padres de quienes recibirán el sacramento de la comunión con Cristo, desde ésta perspectiva hagamos una síntesis y un balance de cómo llegamos y cómo estamos aquí y una reflexión acerca de porqué seguir…
- Cerremos nuestro encuentro meditando estas oración de San Efrén (Himno sirio del siglo IV) que nos hace contemplar que al fin de cuentas la Iglesia es un misterio:
Aquél que celebra solo, en el corazón del desierto,
es ya una asamblea numerosa.
Si dos se unen para celebrar entre las rocas,
millones y millones estarán allí presentes.
Si fuesen tres los que se reunieren
un cuarto estará entre ellos.
Si son seis o siete
doce mil millones se habrán reunido.
Si se pusieran en fila
llenarían el firmamento de oración.
Les han crucificado sobre las rocas
y señalado con una cruz de luz,
la Iglesia se ha fundado.
Están todos reunidos,
el Espíritu flota sobre sus cabezas.
Y cuando terminen su oración
el Señor se levantará y servirá a sus servidores.
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