DIOS ES COMUNIDAD DE AMOR
Comencemos el encuentro con una pequeña oración de agradecimiento por nuestro reencuentro. COMPARTAMOS:
-¿Cómo hemos vivido estas vacaciones y comienzo de año? - ¿Cómo hemos vivido nuestra fe? ¿participamos de la Misa? ¿oramos? - ¿Cómo es nuestra imagen de Dios? ó ¿Quién es Dios para mi? Compartir la experiencia personal de cada uno. - ¿Qué lugar está ocupando en nuestra familia? - Compartamos 1 Juan 1, 1-4 (1 lector); 4, 7-16 (lectores salteados p/versículo). - Nos tomamos un minuto para repasarlas y cada uno elija una frase qué más le llegó al corazón. - ¿Porqué la elegí? ¿Siento que Dios me está comunicando algo con ello? RESUMAMOS ¿Cuál podría ser la verdad fundamental que podemos decir acerca de Dios? DIOS ES AMOR -Dios es antes que nada AMOR… Para amar se necesita de OTRO. -Dios Amor es relación, COMUNIÓN; ¿Entre quiénes? -DIOS PADRE es efectivamente el Dios que es “Amor”, es el origen, la fuente. El que amó “primero” eternamente… -DIOS HIJO es EL SÍ DE AMOR, es quien acoge eternamente el amor del Padre. No basta sólo amar, se necesita dejarse amar, ser humildes frente al amor ajeno, hacer espacio a la vida, acoger al otro. Donde no se acoge al otro, sobre todo al distinto, no se acoge Dios. -DIOS ESPÍRITU SANTO ES LA UNIDAD, el VÍNCULO, la RELACIÓN, la COMUNIÓN del AMOR DIVINO. PERO, ES EL “EXTASIS” (`estar fuera´). El Espíritu es quien rompe el círculo del Amor, LO ABRE, LO DESPLIEGA. Cuando DIOS SALIÓ DE SÍ ¿qué pasó? CREÓ… - Cuando la Biblia nos dice que somos creados a “su imagen y semejanza” nos revela que somos creados POR EL AMOR y PARA EL AMOR… -SOMOS AMADOS, AMAMOS… y por ello somos “reflejo” de Dios… DIOS NOS AMÓ PRIMERO dice Juan pero nosotros ¿NOS DEJAMOS AMAR? AMARSE A SÍ MISMO ES ESTE DEJARSE AMAR POR DIOS… NOS SANA, NOS ALIMENTA, NOS TRANSFORMA, nos hace capaces de AMAR COMO ÉL NOS AMA y acá es cuando el ESPÍRITU nos saca “fuera de nosotros”, NOS HACE DONARNOS, DESPLEGARNOS, ACÁ SUCEDEN LOS “MILAGROS”… COMPARTAMOS: “En un barrio de Melburne visité a un anciano que, al parecer, estaba abandonado de todos. Apenas eché una ojeada a su habitación vi en qué condiciones tan deprimentes vivía. Quise hacer limpieza pero el me repetía: "no, está bien así". Había una preciosa lámpara totalmente cubierta por el polvo acumulado durante años. Le pregunté: —¿Por qué no enciende la lámpara? —¿Para que voy a encenderla si nadie viene a visitarme? Yo no la necesito. —¿Y usted la encendería si alguien viniese a visitarle? —Sí, si oigo una voz humana la encenderé. Al día siguiente me mandó decir: —“Diga a mi amiga que la luz que ella encendió en mi vida continúa encendida y radiante”. ¿Qué podemos sacar de este testimonio? ¿en qué condiciones estaba el anciano? Más allá de las condiciones físicas (en la miseria y enfermo) estaba SOLO… la SOLEDAD Y LA DESESPERANZA lo había POSEÍDO. ¿Qué hizo esta persona? Más allá de la ayuda “humana”, la “caridad” que hizo… le DEVOLVIÓ LA ESPERANZA… LE DEVOLVIÓ LA DIGNIDAD… el anciano se dijo: “SOY ALGUIEN”. Ser “cristianos” es en realidad ser “HIJO/A” y ser “HERMANO/A”, y como tal, ser ¡FAMILIA! ¿qué es una familia? UNA COMUNIDAD DE PERSONAS, y como comunidad tiene un fundamento y un fin(por ellos es “común-unidad”) y, ¿cuál es? ¡EL AMOR! El amor no existe como realidad encerrada; existe en el amor concreto de cada persona y como don del Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, que nos ha creado. El amor personaliza y dignifica, es libre y liberador. Su misterio está en su capacidad de relacionarse en libertad y crear relaciones de amor que, si bien comprometen la vida, no la condicionan sino que la hacen plena. EL AMOR SE DESPLIEGA, pues en la Trinidad está la fuente, el modelo y el fin de toda forma de comunión. A partir de ella debemos recrear los vínculos de nuestra “comunidad”, empezando por… nuestra familia… en el diálogo y en el intercambio de dones, animado por el amor, se construye el "nosotros" de la comunión solidaria. Cerramos este encuentro con una oración: Padre, Hijo y Espíritu Santo, Dios de la Vida y Señor de la Historia. Tú eres comunidad y familia. Tú nos enseñas a vivir en la unidad y a comunicar el amor que engendra vida en Comunidad. Haz de nosotros mensajeros de esperanza. Haz de nosotros constructores de paz en la justicia. Haz de nosotros testigos de tu amor en la comunidad, para que la vida de Dios sea la vida del hombre, de todos los hombres.
