El día que se llama del sol se celebra una reunión de todos los que moran en las ciudades o en los campos, y allí se leen, en cuanto el tiempo lo permite, los Recuerdos de los Apóstoles o los escritos de los profetas.
Luego, cuando el lector termina, el presidente, de palabra, hace una exhortación e invitación a que imitemos estos bellos ejemplos.
Seguidamente, nos levantamos todos a una y elevamos nuestras preces... por nosotros mismos, por el que acaba de ser iluminado y por todos los otros esparcidos por todo el mundo, suplicando se nos conceda, ya que hemos conocido la verdad, ser hallados por nuestras obras hombres de buena conducta y guardadores de lo que se nos ha mandado, y consigamos así la salvación eterna.
Terminadas las oraciones, nos damos mutuamente ósculo de paz.
Luego, al que preside a los hermanos se le ofrece pan y un vaso de agua y vino, y tomándolos él tributa alabanzas y gloria al Padre del universo por el nombre de su Hijo y por el Espíritu Santo, y pronuncia una larga acción de gracias, por habernos concedido esos dones que de El nos vienen. Y cuando el presidente ha terminado las oraciones y la acción de gracias, todo el pueblo presente aclama diciendo: Amén.
Y una vez que el presidente ha dado gracias y aclamado todo el pueblo, los que entre nosotros se llaman "ministros" o diáconos, dan a cada uno de los asistentes parte del pan y del vino y del agua sobre que se dijo la acción de gracias y lo llevan a los ausentes.
(San Justino, Apologías – año 155)
© ¿cómo se articula la celebración cristiana en los primeros siglos de la Iglesia según nos cuenta san Justino?
© En lo esencial ¿hay alguna diferencia respecto de nuestra actual celebración?
© ¿Qué comprendo y qué no del modo de celebrar la Eucaristía?
LA EUCARISTÍA ES LA FUENTE Y LA CUMBRE DE TODA NUESTRA VIDA, COMO INDIVIDUOS Y COMO IGLESIA.
JESÚS EUCARISTÍA SIGNIFICA Y REALIZA LA COMUNIÓN CON DIOS Y LA UNIDAD DE TODO EL PUEBLO DE DIOS [CIELO Y TIERRA].
POR JESUCRISTO, DIOS SANTIFICA AL MUNDO…
LA CELEBRACIÓN LITÚRGICA:
† Comprende 2 grandes momentos que conforman una UNIDAD ESENCIAL (“la mesa preparada para nosotros en la Eucaristía es a la vez, la de la Palabra de Dios y la de la Cena del Señor”):
LITURGIA DE LA PALABRA: reunión-liturgia de la palabra propiamente: lecturas y homilía – oración universal.
LITURGIA EUCARÍSTICA: presentación de las ofrendas – acción de gracias consecratoria – comunión.
† Recordemos el pasaje de los discípulos de Emaús (Lc 24, 13-35).
(PASAR AL ANEXO)
ORACIÓN
(Adaptación del texto de Pedro Trigo “Tocar a Jesús” en “Salmos del Evangelio”)
Señor,
Al contemplar a quienes supieron tocar a Jesús decimos ¡felices que lo reconocieron! ¡dichosos que le tocaron el corazón y encontraron vida!
Y nosotros, Señor ¿tendremos que contentarnos con la fe desnuda?
Tomás exigió tocarlo para creer que lo habías resucitado y Jesús le complació, pero le dijo: "dichosos los que sin ver, creen"
Tú quieres, Padre, que la contemplación gozosa de los que vieron y tocaron a Jesús nos lleve a creer en él
y que esa fe se transforme en esperanza de verlo, oírlo y tocarlo, de estar con él en tu Reino
Tú quieres, Padre, que esa esperanza dinamice nuestra vida
y la convierta en tránsito, en camino, en Pascua
Tú quieres que vivamos como esos hermanos primeros
clamando de corazón: "¡ven, Señor Jesús!"
¡Buscamos a Jesús con esperanza ardiente
pero él nos ha alcanzado ya!
Si es verdad que no está aquí
porque se fue a tu casa a prepararnos lugar
también lo es que está con nosotros todos los días
él no es sólo el camino que lleva a ti
es también nuestro compañero de camino.
No está, pero nos ha dejado sacramentos de su presencia.
El primer sacramento suyo son los hermanos más pequeños.
Si tenemos fe, podemos tocarlo en ellos;
Juan, María, Hemorroísa, bella prostituta
Buen Samaritano, Pedro, Magdalena
Cireneo, Nicodemo y José de Arimatea
viejo Simeón, Tomás el desconfiado
María y José de Nazaret
les pedimos humildemente que intercedan por nosotros.
Para que con la misma fe que ustedes
con su anhelante deseo, con su mismo amor agradecido
lleguemos también nosotros a tocar a Jesús
en los necesitados, que son sus hermanos pequeños.
Entonces, Padre, se nos abrirán los ojos
y podremos leer en los Santos Evangelios
el misterio oculto de la salvación.
Entonces, Padre, te llamaremos y tú nos responderás
desde lo más profundo de nuestras entrañas
haciéndolas estremecerse de un gozo suave lleno de paz.
Entonces, Padre, oiremos a Jesús en las voces distintas
de la comunidad reunida en el nombre de Jesús
Entonces, Padre, comulgaremos de verdad con la vida de Jesús
y, al recibirlo como vino y como pan, llegaremos a sentir
que somos con él una sola carne.
Padre, danos fe, danos, Padre, esa fe que se hace misericordia
porque tú también quieres que nosotros, que no lo hemos visto
podamos tocar a Jesús. Amén
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